Desde 2015, la edad mínima para la venta y puesta a disposición de los artículos pirotécnicos es de 12 años para la categoría 1 (poco peligrosos y de ruido insignificante); 16 años para la categoría 2 (algo más potentes y para tirar en zonas delimitadas, a una distancia de seguridad de al menos ocho metros); y 18 años para la categoría 3 (artículos que deberán ser utilizados en una zona de gran superficie, a una distancia entre 8 y 15 metros). El resto se reserva a uso exclusivo de los profesionales.
No se venderán ni se pondrán a disposición de los consumidores por debajo de las edades mínimas, a excepción de los pistones de percusión para juguetes. Es importante recordar que ningún menor de 12 años puede manipular un artículo pirotécnico, ni siquiera bajo la supervisión de un adulto.
En resumen, en España, la ley es clara sobre quién puede tirar petardos y qué tipo de pirotecnia pueden usar, todo para garantizar la seguridad de todos. Si tienes menos de 12 años, solo puedes usar los petardos más sencillos, como las bombetas o bengalas, que son de muy baja peligrosidad y no hacen mucho ruido. A partir de los 12 años, ya puedes manejar petardos un poco más fuertes, pero siempre con cuidado y bajo la supervisión de un adulto.